EL ADIOS QUE GRACIAS A DIOS NUNCA SE HIZO REALIDAD
HISTORIA VERDADERA VISTA DESDE MIS OJOS
Esta historia comienza hace unos 10 años, Angélica se levantó contenta, tenia muchos planes para su día.
Tenia ensayo del festival de fin de cursos, le tocaba ser principal en el bailable, algo que le encantaba era exactamente eso, bailar.
Después de los ensayos, era la fiesta de cumpleaños de una de sus amiguitas de la primaria, cumpliría ese día 10 añotes, estaba muy feliz de poder compartir alegrías con ella ese día.
Todo su día fue fantástico, el ensayo de los bailables salio esplendido, después se fueron al cine todas las niñas para festejar el cumpleaños de “Laura”, al terminar la función partieron a la pizzería de moda, y se sentaron en la mesa de adultos y pidieron pizza como si fueran grandes, todas las chiquillas estaban emocionadas, la madre de Laura no hacia mas que estar feliz de ver a su hija con sus amiguitas todas contentas; durante el transcurso de la pizzería a la casa de Laura, todas las niñas iban cantando las canciones de moda en el coche, entra las canciones que Angélica se acuerda estaba la de “pies descalzos” de Shakira y la de “me pongo mis jeans” de jeans.
Al llegar a la casa, las niñas bajaron y se pusieron cómodas para continuar la celebración, pero los niños empezaron a llegar entonces empezó la fiesta mas divertida, pusieron música para bailar, juegos y diversión.
Al momento de partir el pastel, hubo guerra de comida, todos los niños y niñas terminaron batidísimos. Angélica pensó hasta ese momento que había sido el mejor día de su vida, lo que no sabía era que iba a ser el peor día de su vida.
Fue en ese momento cuando “Pillo” el hermano mayor de Angélica llega por ella, pues no vivían a más de dos cuadras de diferencia.
-¿Pero como? Pregunto Angélica muy desconcertada, -Si papá dijo que vendría por mí.
-Sí contestó Pillo, pero me dijo mamá que ya pasara por ti por que ya es tarde.
Bueno, pues Angélica se dispuso a irse con su hermano sin si quiera poner un pero, algo realmente raro en la Angélica de esos tiempos, cuando no hacía mas que ser terca y siempre quería salirse con la suya.
Al poco rato de estar en la casa, los dos hermanos, se pusieron a ver la televisión, si no mal recuerdo, podría asegurar que estaban viendo una novela que se llamaba “Esmeralda” cuando de pronto escuchan un ruido que para los oídos de Angélica sonaban a triques (cuetes de pólvora muy jugados por los niños), fue en ese momento cuando Angélica le dice a su hermano…
-Ve, ya te van a llamar a que juegues con ellos a los triques.
Pillo que conocía perfectamente la diferencia entre el sonido de los triques y ese peculiar sonido, comentó que no sonaban así y de pronto lo peor que acontecería en sus vidas estaba a punto de ocurrirles, escucharon la voz de su papá pidiendo auxilio.
Lo estaban balaceando en la puerta de su casa, sus hijos siendo testigos de semejante crueldad.
El señor pensó sabiamente y se alejó de la puerta para proteger de todo mal a sus retoños.
Pero por mas intentos que hizo, no pudo esquivar las balas, eran demasiadas y muy poderosas, lograron penetrarle 14 balas, entre ellas 3 expansivas, una le destrozó un riñón, otra medio estómago, y así varias atravesaron parte importante del cuerpo humano, como pulmón, intestino, brazos, etc., la bala que dio justo en el corazón, fue capturada por una pequeña calculadora de metal que siempre cargaba en el bolsillo de la camisa, gracias a Dios con esa pudo sobrevivir.
Los niños dentro de la casa al presenciar dicho acontecimiento, no sabían como reaccionar y cuando llegó la calma, Pillo, rápidamente salió en busca de su padre, lo atendió como un profesional de primeros auxilios, le taPoneó las heridas, le destapó el pecho, marcó a los números de seguridad que más conocía, marcó a la ambulancia, le mandó un mensaje en el beeper a su mamá explicándole la urgencia, y siempre estuvo a lado de lo que el llamaba “chato”.
Su padre, pensaba que este era el adiós, y se lo dijo así fríamente y le dejó a su cargo el bienestar de su madre y su hermana, ahora el sería el hombre de la casa y ante todo debía siempre de proteger y cuidar a su madre y su hermanita, que ahora todo dependía de el. Díganme si no es una carga demasiado pesada para un niño de 12 años. Fue en ese momento cuando Pillo dejó atrás la infancia, miedos, niñerías, para convertirse en el hombre que definiría el resto de su vida.
Angélica por otro lado, no sabía como reaccionar, quedó perpleja, sin lograr decir una sola palabra coherente, lo único que pudo hacer fue tirarse de rodillas y rezar.
Cuando cayó en cuenta que debía ayudar, ver a su padre, tratar de hacer algo, las muchachas del servicio la detenían, así que lo mas cerca que pudo estar de su padre fue a media cuadra de distancia, solo pudo ver un bulto de tela con sangre echada en u charco de lodo y a su hermano desesperado por ayudarlo.
Ese día ella no pudo hacer nada, se sintió sumamente disfuncional, pero que se podía esperar de una niña de 10 años… sí pero explíquenselo a la pequeña al ver que era el ultimo momento que vería a su padre y no podría ni decirle “adiós”
Gracias a Dios, a los Ángeles y a todos los santos y a todo lo que se pueda agradecer, después de un año muy intenso, entre hospitales, atenciones, deficiencias familiares, tratamientos psiquiátricos, el Papá sobrevivió, la familia estuvo separada la mayor parte del tiempo, Angélica y Pillo estuvieron viviendo en casa de tías hasta que sus papás regresaron.
Recibieron atención psicológica por varios años, esta experiencia, hizo a la familia mas unida, mas cariñosa, demostrativa y todo esto quedó en el recuerdo de lo que pudo ser “el adiós” a su padre.
